En este original juego, las trampas no solo no están prohibidas, sino que probablemente estarás obligado a hacerlas para ganar.
Sé más listo que los demás y gana la partida. Sin embargo, deberás ser muy hábil. ¡Descarta, haz trampas, juega malas pasadas a los otros jugadores! Y vigila con el chinche guardián, que te puede pillar.
Polilla Tramposa
Descripción
En Polilla Tramposa los jugadores tratarán de librarse de todas las cartas en su mano, ya que el primero en lograrlo será el vencedor de la partida. Al comienzo del juego, cada jugador dispondrá de 8 cartas en su haber. El resto del mazo se colocará en el centro de la mesa y se le dará vuelta a la primera de las cartas.
Por turnos, los jugadores deberán poner en juego una de sus cartas encima de la situada en el centro de la mesa, esta carta debe tener un valor inmediatamente superior o inferior a la que está en lo alto de la pila. Si no tuviéramos ninguna carta que poder jugar, robaremos una del mazo de robo como penalización.
Dentro del mazo encontraremos cartas numeradas del 1 al 5, algunas neutrales y otras con ciertos efectos añadidos que se activarán al jugarlas y que reconoceremos rápidamente gracias a su ilustración. Tenemos la Araña, que nos permitirá entregar una carta de nuestra mano a cualquier rival. El Mosquito, al jugar esta carta todos los participantes (salvo el activo) deberán colocar su mano sobre ella. El último en hacerlo deberá robar una carta. La Cucaracha por su parte permite que cualquier jugador juegue una carta del mismo valor encima de ella, pero solo el más rápido será el que consiga deshacerse de esta carta. Finalmente, la hormiga obliga a todos los jugadores, salvo al activo, a robar una carta.
Adicionalmente a todas estas cartas, encontramos las más especiales: las de Polilla Tramposa. Estas cartas no se pueden jugar en la pila central y tampoco pueden darse a ningún otro jugador. ¿Cómo podemos entonces deshacernos de ella? Fácil: Haciendo trampas.
Casi todo vale para librarnos de estas polillas: jugar la carta oculta debajo de otra, lanzarla bajo la mesa, meterlas bajo la manga… Sin duda este es el aderezo que hace de este juego tan divertido.
Pero claro está, hacer trampas no tiene demasiada gracia si no corremos el riesgo de ser descubiertos. Y para ello existe una carta especial: el Chinche Guardián. Esta carta se entregará a un jugador aleatorio al comienzo de la partida, lo que le transformará en el vigilante de la ronda. Jugará de manera normal durante su turno, aunque sin la posibilidad de hacer trampas. Además deberá permanecer muy atento a todo lo que suceda en la mesa, ya que será el encargado de señalar a cualquier jugador que trate de hacer trampas. Si pilla con las manos en la masa al tramposo, deberá devolverle la carta de la que haya intentado deshacerse, le hará entrega de una de sus propias cartas y también le cederá la carta de Chinche Guardián.
Por el contrario, si la acusación ha sido realizada de forma injusta, el guardián robará una carta de la pila y continuará ejerciendo dicho papel.
Información adicional
Numero de Jugadores | 2, 3, 4, 5 |
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Duración | 120 minutos, 15-30 minutos |
Edad recomendada | +6 años |
Género |